Wolk tiene un objetivo social muy importante: acabar de una vez por todas con las fracturas de cadera en el mundo. Ese es su lema. Cada año se producen 25 000 fracturas de cadera en los Países Bajos. Las cifras no mienten. ¿Cuál es la ambición de Wolk? Que esas 25 000 fracturas se conviertan en 0.
¿Cómo pretenden conseguirlo? Matthijs Wiegant de Wolk nos lo explica en la edición de este mes de Historias destacadas. Hay una cosa que es evidente: es un producto pionero que ha ganado varios premios y que tiene muy buen feedback de los trabajadores sanitarios y clientes.
¡Vamos a conocer su historia! ¿Nos puedes explicar brevemente a qué se dedica Wolk?
Las caídas de la gente mayor en los Países Bajos se han convertido en un problema muy serio. Cada año, cerca de 100 000 personas mayores acaban en urgencias por una caída. Un cuarto de estos accidentes termina siendo una fractura de cadera. En otras palabras: 25 000 al año.
Es una cantidad enorme. Además, la fractura de cadera es bastante compleja y dolorosa y tiene consecuencias graves. De hecho, 1 de cada 4 personas mayores con fractura de cadera fallecen por tener complicaciones en cuestión de un año. Y la mitad de ellos no recuperarán la movilidad que tenían antes. Por ejemplo, se verán obligados a llevar un andador. De esta manera, una fractura de cadera conlleva un gran sufrimiento para la persona.
Pero también es una fuente de preocupación para la familia: «¿Sobrevivirá mi padre, madre, abuelo o abuela? ¿Irá todo bien?» Una fractura de cadera necesita una serie de cuidados. Suele ocurrir que la persona termina en una residencia o un centro de rehabilitación. Si la persona que se ha caído permanece en su hogar, necesita la atención de un familiar o un cuidador.
En resumen: es un problema grave.
¡Ya te digo, es un gran problema! ¿Cómo surgió la idea de solucionar este problema con el airbag para la cadera de Wolk?
Hans Schröder inventó el airbag para la cadera de Wolk en 2012. En aquella época, su madre de 87 años solía caerse con frecuencia. Tras la enésima caída, Hans decidió comprarle un flotador como regalo para la Fiesta de San Nicolás. El regalo iba acompañado de una frase parecida a esta:
Poco después volvió a caerse y Hans tuvo que ir a la residencia. Ya había tenido suficiente: era el momento de crear algo que protegiera a su madre. Hans contactó con Filippo, un licenciado en la Universidad Tecnológica de Delft, a través de un conocido. Le preguntó si podía crear algo para evitar este problema. La respuesta fue clara: «¡por supuesto!». Así que Wolk empezó a desarrollar el primer airbag para la cadera en 2013.
Y lo que empezó como una especie de broma terminó convirtiéndose en un producto que funciona.
He leído que el airbag se lanzó por primera vez en 2018. ¿Cómo viviste el período de tiempo entre que tuviste la idea y lanzaste el producto?
Hemos estado creando el producto durante 5 años. El producto se lanzó por primera vez al mercado en 2018. Antes habíamos creado una serie de versiones y prototipos.
Mucha gente piensa que el Wolk funciona como un airbag de un coche, pero (desgraciadamente para el usuario) la realidad es diferente. No es un airbag gigante sobre el que puedes caerte como si fuera una almohada.
El producto es un cinturón de tela atado a tu cintura con una tira a ambos lados. Las tiras se llenan de aire en cuanto te vas a caer.
Los sensores de Wolk miden el movimiento de la persona 500 veces por minuto. El airbag se activa en cuanto el algoritmo percibe una desviación, lo que es sinónimo de caída.
En ese momento, las tiras se hinchan unos 4 cm para amortiguar la caída y evitar que haya una fractura. Te caes sobre el airbag y luego expulsas el aire. Y, cuando vuelves a levantarte, el Wolk vuelve a la normalidad.
Lo bueno de este producto es que puedes llevarlo debajo de la ropa sin que nadie se dé cuenta.
En la versión V1 del Wolk que desarrollamos durante los primeros años, el cinturón tenía que llevarse por fuera de la ropa. Esto hacía que la gente se avergonzara de llevar el producto. Por lo que no quería ponérselo. Así que tuvimos que volver a trabajar en el diseño.
La versión actual (V2) te permite llevar el cinturón debajo de la ropa. Así los demás no pueden verlo. Y, aunque lleves pantalones ajustados, el Wolk no los romperá si se activa.
Aprovechamos una serie de técnicas para diseñar el Wolk. El mecanismo para inflar un airbag se inventó hace ya tiempo. Lo hemos utilizado de otra manera. Lo que sí es novedoso es el algoritmo. Y esto es algo que desarrollamos nosotros.
¿Qué lecciones habéis aprendido durante el desarrollo del Wolk?
Durante la fase de desarrollo creíamos que en 4 años el producto estaba listo para el mercado (V1). La tecnología funcionaba y el algoritmo respondía a la perfección.
Así que decidimos fabricar cientos de airbags para la cadera.
Sin embargo, nos dimos cuenta de que la gente no quería ponérselo. Varias instituciones sanitarias habían acordado probar el Wolk. Pero las personas mayores que vivían allí no querían llevarlo, ya que les daba vergüenza y no les resultaba lo suficientemente cómodo.
Así que nuestro público no aceptaba el producto. Fue un palo muy gordo.
Puede parecer evidente, pero aprendimos una gran lección: siempre hay que tener en cuenta a tu público al crear el producto. Asegúrate de que forman parte del proceso.
¿Por qué elegisteis el nombre de Wolk (nube)?
Las nubes se perciben como algo suave. Cuando viajas en avión ves las nubes como algo suave sobre lo que podrías saltar y tener la sensación de que caes sobre la almohada más suave del mundo.
De ahí la metáfora. Aunque el Wolk no es una nube grande ni una almohada gigantesca.
¿En qué momento te has sentido más orgulloso del Wolk?
Creo que hablo por todos mis colegas cuando digo que estamos muy orgullosos de nuestra visión. Tenemos un objetivo claro por el que luchamos cada día. Y vemos que el producto tiene un efecto positivo. Eso es algo muy bonito.
Queremos terminar con las fracturas de cadera en todo el mundo. Vamos a empezar en los Países Bajos, pero luego nos expandiremos por todo el planeta. Las caídas no se pueden evitar, pero sí podemos paliar las consecuencias.
Tenemos que conseguir que esas 25 000 fracturas al año en los Países Bajos se conviertan en 0. Y trabajamos duro cada día para conseguirlo.
Te sientes bien cuando ves que hay otras empresas que optan por el Wolk para proteger a sus clientes. Sientes que estás contribuyendo a solucionar un problema social.
¿Tenéis mucha competencia? ¿Hay otras empresas en los Países Bajos o en otro lugar que ofrezcan un producto similar?
Una empresa sueca ha desarrollado airbags para la cabeza. Empezaron a la par que nosotros y el concepto es similar: proteger a la persona durante la caída.
Pero su mercado es muy diferente, así que no podemos considerarlos como parte de la competencia. Su producto está dirigido a los ciclistas. Dado que van a una gran velocidad, es muy importante que vayan bien protegidos si hay una caída.
En los Países Bajos no tenemos competencia. Aunque todo depende de lo que cada uno considere como competencia.
Antes de que Wolk llegara al mercado, había otra serie de productos para proteger la cadera. El más conocido era una ropa interior que protección para las caídas en la parte lateral. Pero ese producto es mucho menos eficiente que el Wolk.
Hay otro producto similar en Francia, aunque es más parecido a nuestra V1.0 (que no tuvo una buena acogida), y hay otros productos en Asia más parecidos al airbag de un coche. Así que todavía no hay competencia.
¿Puede que no haya competencia porque el producto es sanitario? Por ejemplo, ¿el producto debe incorporar algún tipo certificado o evidencia sanitaria antes de lanzarse al mercado?
Los productos sanitarios tienen que estar científicamente probados. Es fundamental contar con un estudio que demuestre la eficacia de tu producto. Y las instituciones sanitarias lo solicitan. Así que estamos trabajando en eso también.
Lo llaman «estudio piloto». Es un estudio previo al estudio a gran escala. Nuestro estudio piloto se está llevando a cabo en el Centro médico de la universidad de Leiden.
Destacados físicos e investigadores están colaborando en este estudio con uno de nuestros clientes que lleva usando el Wolk durante bastante tiempo. El primer estudio ha demostrado que el Wolk reduce el riesgo de fractura de cadera en un 50 %.
Aunque este estudio tardará un tiempo en publicarse. Sin embargo, para nosotros es fundamental demostrar la efectividad del Wolk.
Además, nos permite vender el producto a nuevas organizaciones.
Hoy en día, el Wolk se usa principalmente en residencias. ¿Crees que los hospitales solicitarán el producto una vez se publique el estudio?
Bueno, es algo que nos gustaría. Por ejemplo, sería ideal que un médico de cabecera pudiera prescribir un Wolk. Aunque también sería ideal que lo usaran especialistas de otros ámbitos sanitarios, como médicos especialistas o fisioterapeutas.
La publicación del estudio es solo el principio. Sirve como base para desarrollar un estudio científico a gran escala. Este proceso es bastante costoso, ya que el producto tiene que probarse en organizaciones sanitarias de gran tamaño.
Si el estudio a gran escala tiene un resultado positivo, ya tendremos la base para expandirnos de forma masiva en el mercado.
¿Así que en unos años creceréis a un ritmo todavía más rápido?
¡Ese es el plan! Los estudios cubren un período de 2-3 años. Pero queremos seguir creciendo en las residencias para seguir ayudando a las personas.
Además, también vendemos a particulares. Puedes pedir un Wolk en nuestro sitio web, aunque no es el tipo de público en el que nos estamos centrando en la actualidad. Lo tendremos mucho más en cuenta en el futuro.
Hay otro elemento que nos puede ayudar a crecer: el seguro no cubre el Wolk. Queremos conseguir que el seguro básico o adicional cubra los costes.
También sois responsables del marketing. No se trata de un producto tradicional. ¿Tenéis algún tipo de obstáculo de cara al marketing?
Bueno, es un proceso estándar de venta de negocio a negocio. Puede parecer raro, pero vendemos a la institución sanitaria para que lo usen con el cliente, nuestro usuario final.
Yo no conocía el mundo sanitario. Es complejo y tienes que aprender a trabajar en él. Me costó acostumbrarme al principio. Así que no es tanto el marketing como el sector en el que nos movemos.
La diferencia está en el proceso de adopción. Un gestor de proyectos de Wolk se asegura de que las organizaciones empleen el Wolk en su día a día. Así que no es el típico proceso de «¡Aquí tienes tus airbags para la cadera, buena suerte!».
También he visto en vuestro sitio web que el Pato Donald llevó vuestro Wolk, ¿verdad? ¿Cómo surgió esa idea?
¡No tengo ni idea! Uno de los fundadores lee el Pato Donald y llegó un día a la oficina con una publicación en la que estaba nuestro producto.
Así que no sabemos cómo llegó allí, pero estamos encantados con la publicidad.
Usáis un número nacional de los Paísos Bajos de Rinkel. Nos gustaría saber cómo os facilita el día a día nuestro servicio.
Puede sonar a cliché, pero tenemos mucha más flexibilidad que con una línea fija porque puedes responder al teléfono en cualquier lugar.
Pero también si nuestro colega que suele responder al teléfono está de vacaciones o se encuentra enfermo.
Esta flexibilidad facilita mucho nuestro trabajo.
Porque hablar con nuestros clientes o posibles clientes es y será fundamental para nosotros.
Es muy sencillo: abres la aplicación, te añades a la lista de desvío de llamadas y ya estás listo. Contar con esa flexibilidad está genial.
Las empresas más grandes tienen una teleoperadora, pero ese no es el caso en las empresas pequeñas como la nuestra. Por eso Rinkel es tan útil para nosotros. Es ideal para los pequeños emprendedores.
El director de comunicaciones de marketing
Matthijs Wiegant
32 años
Empezó a trabajar en Wolk en enero de 2021
Responsable de las comunicaciones de marketing